sábado, 27 de septiembre de 2014

El corredor del laberinto.

¡Hola a todos! 

Acabo de volver del cine con mi hermano, y me gustaría hablaros sobre la película que hemos visto, ya que personalmente opino que se puede reflexionar bastante sobre ella.

A primera vista, parece una película juvenil como otra cualquiera, incluso se puede pensar que es una copia de otras trilogías como Los Juegos del Hambre o Divergente.
Pero he de aclarar que esta adaptación cinematográfica difiere bastante de las sagas antes mencionadas.

La película comienza cuando el protagonista, Thomas, es enviado en una especia de caja metálica a un extraño lugar llamado “El claro”, dónde viven un grupo de chicos de forma rudimentaria (cultivan el campo, construyen sus propias casas…)
En un principio, él no recuerda nada, ni siquiera quién es o de dónde viene,
Allí, un hombre llamado Alby le explica que una vez al mes un chico es enviado a ese lugar, y también una vez al mes reciben una caja de víveres proveniente de no se sabe dónde.
La regla más importante es no cruzar los muros de piedra que conducen al laberinto, un extraño lugar que sólo los llamados “corredores de laberinto” recorren, para trazar mapas sobre él y tratar de encontrar una salida de aquel extraño lugar.
Porque al igual que Thomas, nadie sabe por qué están allí, ni recuerdan nada de su vida pasada.

Desde el primer momento, el protagonista se muestra más curioso que los demás, tratando de salir de allí y de dar respuesta a sus preguntas, lo que le ocasiona algunas disputas con algún que otro compañero…

Bueno, hasta aquí el argumento, no quiero hacer spoilers.

Pues bien, a medida que transcurría la película, mi mente no podía parar de reflexionar y pensar cosas, ya que hay mucho trasfondo tras la historia.
El argumento de la película se puede trasladar a nuestra propia realidad.
Nos han puesto en un mundo que en principio no conocíamos, y no sabemos ni de dónde venimos ni a dónde vamos.
Podemos tomar dos vías distintas:

  • pensar que nada de esto tiene sentido, que estamos aquí por casualidad y que tras la muerte no hay nada más.


  • O bien, creer en la existencia de un Dios, que ha creado el Universo y también a nosotros porque nos ama.


Yo, personalmente, me decanto por la segunda opción.
Y creedme cuando os digo que no lo digo por estar en un colegio religiosos, ni porque mi familia en un principio sea creyente.

Tras mucho reflexionar y de despejar dudas, me di cuenta de que sin Dios nuestra vida no tiene sentido, estar aquí por estar no me es una idea agradable, ni tampoco pensar que estamos aquí por casualidad.
En mi opinión no existen las casualidades, sino el destino, escondido tras la máscara de las coincidencias, tratando de engañar a los hombres de espíritu débil.

Otro de los aspectos que más me ha impresionado de la película es la actitud crítica e interrogante del protagonista, siempre dispuesto a ir más allá por descubrir la verdad.
Al contrario que su compañero, Gally, que se niega a saber la verdad y se conforma con vivir en ese mundo irreal o ficticio.

También en esto nos podemos encontrar dos tipos de personas en nuestro mundo:

  • las que se conforman con vivir el día a día, inmersos en los falsos placeres mundanos, sin preguntarse qué hay después de la muerte, sin tratar de entablar una relación personal con Dios, o creer que no hay ningún ser superior.


  • Luego están las personas que se preguntan por qué estamos aquí, qué hace funcionar nuestro mundo…


No tienen por qué ser necesariamente científicos o religiosos, sino personas de a pie, que se preguntan por el sentido de su vida y del mundo.
Como dijo Einstein: 

“El misterio es la cosa más hermosa que podemos experimentar. Es la fuente de todo arte y ciencia verdaderos.
Aquellos que no son capaces de sobrecogerse ante las maravillas del universo, más les valdría estar muertos, porque sus ojos están ciegos”.

Otra de las cosas que me ha llevado a pensar esta película es el tema de mi futuro.
Como muchos sabréis, desde que tuve mi primer contacto con la física en 4º E.S.O me quedé tan emocionada y sobrecogida que decidí que quería estudiar Ciencias Físicas.
Pues bien, este verano empecé a replantearme esto, ya que estoy en 2º Bachillerato y veo la Universidad muy cerca, por lo que creo conveniente considerar todas las opciones posibles.

Parecerá infantil y estúpido, pero ver esta película me ha aclarado algunas dudas.
Me ha llevado a darme cuenta de que yo quiero ser de las segundas personas antes mencionadas, quiero saber cómo funciona el universo, no parar de hacerme preguntas nunca.
Para ello tengo dos opciones: la física (que explica el cómo de las cosas), y la filosofía, (que explica el porqué).
Una de las opciones que barajé en verano, era dedicarme al mundo de la ingeniería, pero me he dado cuenta de que con eso lo que haría sería hacer más fácil la vida en este mundo (lo que no tampoco es que sea moco de pavo), no tratar de dar respuesta a las grandes preguntas del ser humano, lo que es realmente mi pasión.

Esto ha sido todo por hoy. Espero que os haya gustado la entrada y que veáis la película.

Esto va a las chicas: el protagonista no es que sea precisamente feo jejeje.

Con ese último comentario hasta parezco una adolescente :)

Si veis la película o ya la habéis visto, no dudéis en escribir un comentario diciéndome que os parece.

Dedico esta entrada a mi amigo Eduardo, el mayor fan del emperador Cicerón que ha pisado el mundo. ¡Gracias por ser como eres!  

¡Sed felices!









2 comentarios:

  1. con esto parezco una adolescente
    PD: lo eres xddd
    fdo:
    Elisa

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  2. Quizá me he explicado mal.
    Lo que quería decir es que dado el contenido que trato en la entrada, no parezco una adolescente hasta que hago ese comentario.

    ¡Gracias por pasarte y comentar!

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